¿Qué hizo Félix Rodríguez de la Fuente por el lobo ibérico?

La protección del lobo ibérico en España es un tema bastante complejo que tiene a la opinión muy dividida. Un tema de gran importancia dentro del ámbito de la conservación de la fauna y la biodiversidad, el lobo ibérico se ha enfrentado a muchísimas amenazas a lo largo de la historia, que han disminuido sus números. Aunque son muchos los que se han preocupado por abogar por su vida, destaca entre todos un nombre en particular: Félix Rodríguez de la Fuente.

A continuación, queremos hablar sobre la legislación de protección, los programas de conservación y la resolución de conflictos en los cuales este divulgador científico y educador ambiental puso sus esfuerzos. Su excelente trabajo protegiendo al lobo ibérico se ha visto reflejado en los años más recientes por su hija Odile Rodríguez de la Fuente, de la cual también queremos hablarte para acercarte a su trabajo, el legado de su padre. 

Trabajo de Félix Rodríguez de la Fuente con el lobo ibérico

Naturalista y divulgador español, Félix Rodríguez de la Fuente se convirtió hace años en uno de los hombres más indispensables dentro del ámbito de la divulgación científica y la educación ambiental. Siendo su contribución a estos campos extremadamente significativa, su trabajo de estudio y de concienciación sobre diversos temas medioambientales naturales lo llevó a convertirse en una personalidad arrasadora.

Un hombre con muchísimo carisma, centró parte de sus esfuerzos en la creación y presentación de una serie de documentales llamados “El hombre y la tierra”, realizados durante la década de 1970, que ayudó a cambiar la percepción colectiva sobre el comportamiento de los animales. Gracias además a su labor de investigación y de observación, también llegó a publicar la Enciclopedia Fauna, un libro de Ciencias Naturales que lo cambió absolutamente todo en el panorama.

Como consecuencia de todo esto, Félix Rodríguez de la Fuente terminó derogando leyes anticientíficas que promovían el exterminio de animales y protegiendo algunas de las especies más significativas de nuestro país. Las aves rapaces y el lobo ibérico se convirtieron, sobre todo, en el objetivo principal de este científico. Y es gracias a la dedicación que les mostró que sentó las bases de un proteccionismo ambiental que a día de hoy beneficia a enclaves tan importantes como Doñana, la isla de La Cabrera, Montejo, Daimiel, etcétera.

Cuando el lobo ibérico se encontraba al borde de la extinción fue la conjunción entre ADENA y Feliz de la Fuente lo que salvó a la especie de forma definitiva. La preservación de sus hábitats naturales y el cuidado de estos animales salvajes, promovió que Félix de la Fuente se especializara en etología, la ciencia que trata la conducta animal, y algo que terminó marcándolo ya de por vida. Pionero en España, expuso y compartió sus conocimientos en este arte que nos enseña a conocer la psicología y el comportamiento del lobo ibérico, de las aves rapaces y de otros animales que conforman nuestra fauna.

El resultado de esta sensibilidad medioambiental y sus esfuerzos para conservar la fauna ibérica elevaron la protección de estas especies y sus hábitats naturales, hasta tal punto que Félix Rodríguez de la Fuente se convirtió en una figura que inspiró a otros científicos y coetáneos que abogaban por la protección medioambiental y animal. A día de hoy, se lo recuerda por su nobleza, por su esfuerzo y por su extraordinario trabajo, el cual sirvió para concienciar y para salvar a una especie que, de no haber sido por él, hoy quizás catalogaríamos como extinta. 

El relevo familiar: Odile Rodríguez de la Fuente

Tras la terrible noticia del accidente de avioneta en el cual Félix Rodríguez de la Fuente falleció en los años ochenta, parecía que el panorama que había quedado sin él sería desolador. Tras la obra magna que dejó tras de sí con sus documentales, artículos científicos y todo su trabajo de campo, no parecía que hubiese nadie capaz de ocupar su lugar. Sin embargo, podríamos decir que uno de los mayores logros de Félix Rodríguez de la Fuente, más allá de su trabajo, fue su propia hija: Odile Rodríguez de la Fuente. 

Involucrada en diversas actividades relacionadas con la preservación de la fábula Ibérica y la educación ambiental, Odile Rodríguez de la Fuente ha continuado el legado de su padre en estos ámbitos. Conocida por su concienciación y activismo ambiental, Odile, ha sido consciente de la necesidad de relevar a su padre en estos campos para asegurar que su obra perdura y se mantenga viva. Aportando cada día más a la memoria de Félix Rodríguez de la Fuente, su hija también se ha especializado en la educación ambiental, participando en programas de televisión, en charlas y en conferencias para seguir inspirando y concienciando.

Licenciada en Biológicas y en Producción de cine, Odile Rodríguez de la Fuente ha trabajado en National Geographic, para dedicarse al mundo de la ciencia, al igual que hizo su padre. No solo esto, sino que para honrar el legado de su padre, también creó en el año 2004 la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, de la cual fue directora durante más de quince años. No solo eso, sino que ha impulsado el Campamento Félix de la Fuente para niños de adolescentes.

Pese a que Odile Rodríguez de la Fuente se ha centrado en campos muy diversos que abarcan desde la naturaleza, el cambio climático, la biomímesis, el desarrollo rural y el rewilding, lo cierto es que una de sus especialidades también sigue siendo la conservación del lobo ibérico. Aunque en la actualidad prácticamente se dedica a la divulgación y es posible contratar a Odile Rodríguez para una charla sobre el cambio climático aquí: https://www.mtconsulting.es/agencia-conferenciantes-barcelona/contratar-odile-rodriguez-de-la-fuente, a continuación queremos hablarte de su trabajo en el ámbito animalístico y sobre todo con el lobo ibérico. 

Odile Rodríguez de la Fuente y el lobo ibérico

Como ya hemos comentado, Odile Rodríguez de la Fuente trabaja en el presente en el ámbito de la biología y la divulgación científica. Firme defensora de la necesidad de prestarle atención al cambio climático y de utilizar la necesidad de cambio como una oportunidad para reinventarnos, también centra sus esfuerzos en educar sobre la naturaleza y dar conferencias sobre la importancia de que el cambio sea individual para que este tenga un efecto global.

Como parte de su legado, teniendo como su máximo referente a su padre Félix Rodríguez de la Fuente, Odile también sigue los pasos de su padre en el ámbito de la conservación de especies. Ante el gran reto que supone asegurar la convivencia entre la especie del lobo ibérico en un entorno en el cual se habla de los daños que este causa a la ganadería extensiva, Odile busca poner todo este conflicto en perspectiva. Nos explica la necesidad de que esta especie continúe expandiéndose, creciendo y sobreviviendo, sin embargo, de una forma sana y controlada para no castigar al mundo rural que tanto ha sufrido.

De esta manera, para promover la protección del lobo ibérico en España, su trabajo en este campo se centra en la educación ambiental, y para ello utiliza distintos medios para dar charlas públicas y educar al público sobre la importancia de este animal en el ecosistema español. Promoviendo la coexistencia pacífica entre los lobos y las comunidades locales, se especializan en trabajar con proyectos y campañas de pastoreos sostenibles. Poniendo el foco además en resolver los conflictos que existen entre ganaderos y los lobos, también participa en fundaciones dedicadas a la conservación de la fauna española.

Más allá de todo esto, podemos encontrarnos con que Odile Rodríguez de la Fuente habla de este tema tan candente en nuestra sociedad en diversos documentales y charlas divulgativas. Dando a entender al público cuál es el comportamiento de los lobos ibéricos, su estilo de vida y cómo podemos mantener una buena convivencia con ellos, Odile Rodríguez de la Fuente busca crear esta empatía hacia la especie. Abogando por la preservación de áreas silvestres, busca que estos animales tengan los espacios adecuados para vivir y reproducirse en un hábitat hostil que no siempre está de su parte.

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