La longevidad en el mundo animal generalmente se asocia con tortugas o ballenas que viven mucho tiempo. Sin embargo, hay especies que superan con creces la vida humana, resistiendo el paso de los años y ofreciendo claves importantes para comprender mejor el proceso del envejecimiento y cómo podría controlarse.
- Esponja Antártica
Gracias a la información proporcionada por DudasAnimales hemos podido saber que la esponja antártica llamada Anoxycalyx joubini es considerada el ser vivo con la mayor longevidad en el planeta. Aunque no es un animal conocido ni llamativo, esta especie marina puede vivir más de 15,000 años. Estas cifras se basan en cómo crece muy despacio, y varios expertos apoyan que, tomando en cuenta su posible duración, esta esponja es la criatura más antigua que existe.
Este organismo habita en zonas muy profundas del océano, donde el frío es casi extremo, rozando el punto de congelación. Estas condiciones hacen que su metabolismo sea sumamente lento y que sus procesos vitales transcurran a un ritmo muy pausado. Su ciclo de vida se mantiene casi intacto, como si el tiempo no afectara su desarrollo.
La esponja representa un ejemplo fascinante de cómo la vida puede adaptarse y resistir en ambientes muy duros, donde la mayoría de las especies no podrían sobrevivir. Su existencia desafía el entendimiento común sobre el envejecimiento y la duración de los seres vivos en la Tierra.
- Tortugas gigantes
Las tortugas gigantes son símbolos claros de una vida muy prolongada. Un caso famoso es Jonathan, una tortuga de Seychelles que nació en 1832 y reside en la isla de Santa Elena. Con más de 190 años, es el animal terrestre con mayor edad documentada.
Estas tortugas tienen la capacidad de vivir más de siglo y medio si se cuidan adecuadamente. Su metabolismo lento y su ritmo de vida tranquilo son factores clave que favorecen su longevidad. A diferencia de otros animales, presentan muy pocos indicios visibles de envejecimiento, lo que llama la atención de los científicos que estudian el proceso de envejecimiento en el reino animal.
- Ballenas de Groenlandia
La ballena de Groenlandia, también llamada ballena boreal, es uno de los animales con mayor esperanza de vida en la Tierra. Se han registrado ejemplares que han vivido más de dos siglos, llegando hasta los 211 años. Este dato se obtuvo al estudiar arpónes antiguos encontrados en sus cuerpos y al analizar ciertas proteínas de sus ojos para determinar su edad.
Su longevidad se relaciona con características hereditarias, una reproducción muy lenta y el clima frío en el que habitan, lo que favorece la conservación de su cuerpo. Estas ballenas habitan en las frías aguas del Ártico y suelen mantenerse alejadas de la costa. Esta distancia les ayuda a estar menos expuestas a peligros causados por humanos, como la pesca intensiva y la contaminación del mar.
- Corales

Los corales no son organismos únicos, sino agrupaciones formadas por muchos pólipos diminutos que trabajan juntos. Algunas de estas agrupaciones pueden existir por periodos muy prolongados, llegando a vivir miles de años. Un claro ejemplo es el coral negro (Leiopathes sp.), que se ha encontrado con una antigüedad superior a 4.000 años.
El crecimiento de estas colonias es muy pausado, avanzando solo un pequeño trecho con el paso del tiempo. Su vida depende en gran medida del entorno donde se desarrollan, ya que factores como la temperatura, la calidad del agua y otros elementos influyen en su duración. Aunque carecen de un sistema nervioso desarrollado, los corales son organismos marinos importantes para la salud del océano. Su presencia contribuye a mantener el equilibrio de muchos hábitats submarinos, sirviendo de refugio y alimento para diversas especies. Por todo esto, los corales juegan un papel esencial en la biodiversidad marina.
- Moluscos milenarios
Un hallazgo increíble relacionado con la duración de vida en animales es el molusco llamado Ming, una almeja marina de la especie Arctica islandica. Este ejemplar fue encontrado cerca de Islandia y, tras varios estudios, se determinó que tenía 507 años al momento de fallecer en 2006.
Este tipo de almeja crece muy despacio en ambientes fríos y profundos del océano, lo que contribuye a que viva tanto tiempo. La concha de Ming tiene marcas que indican cada año de vida, parecidas a los anillos que se observan en los árboles, permitiendo así calcular su edad con exactitud.
Aunque Ming murió por accidente durante una investigación, su longevidad sigue siendo un caso excepcional. Este molusco es un claro ejemplo de cómo ciertas especies pueden alcanzar edades sorprendentes en la naturaleza, desafiando lo que usualmente se conoce sobre la vida de los animales.
- Hidras
Las hidras son diminutos seres que viven en ambientes de agua dulce y forman parte del grupo de los cnidarios. Un rasgo sorprendente de algunas clases de hidras es su habilidad para renovar constantemente sus células, lo que sugiere que no sufren un proceso natural de envejecimiento, por lo que podrían considerarse inmortales desde un punto de vista biológico.
Aunque en su hábitat natural pueden fallecer debido a ataques de otros animales o a la contaminación, en condiciones controladas de laboratorio no muestran signos de deterioro con el paso del tiempo ni disminuyen su capacidad para reproducirse. Esto ha llamado mucho la atención de los científicos, quienes las estudian para entender mejor cómo funcionan los mecanismos que permiten la regeneración celular continua.
El interés principal radica en descubrir cómo estas criaturas mantienen su juventud y vitalidad indefinidamente, lo que podría aportar conocimientos valiosos para la biología y la medicina. Por eso, las hidras se consideran un modelo ideal para investigar la regeneración celular y el envejecimiento, con la esperanza de aplicar esos hallazgos en otras áreas relacionadas con la salud y la longevidad.
